Víctor Gil y Sandra Ortuño se licenciarion en Bellas Artes en 2009 y 2008 respectivamente, ambos especializándose en animación. Decidieron unir fuerzas a finales de 2008 con el fin de crear su corto musical, "Salsito". Sin embargo, antes y durante este periodo, ya habían desarrollado otros proyectos, como "Y tú, ¿qué haces?", "La teua defensa és la paraula" (ambos junto con Belén Marmaneu, Paula Pérez i de Lanuza, Sara Requena y Luis Gomariz), "Gatoto's Hanging Thing" (con Belén Marmaneu, Juan Miguel Pérez, Luis Vázquez y Vicente Perpiñá) o "¿Nos la jugamos?".
En la actualidad, Víctor, tras finalizar el curso Advanced Character Animation de Animation Mentor, y mudarse a Cambridge (Reino Unido) con Sandra, fomenta el consumo de videojuegos en línea trabajando como animador en Rune Scape, mientras que Sandra se recluye en casa trabajando como diseñadora gráfica freelance y ocasional ilustradora. Además, de vez en cuando se enfundan en sus trajes fosforitos de lycra con capa y antifaz con la intención (siempre fallida) de salvar el mundo. Aún no han perdido la esperanza, sin embargo.
Víctor Gil and Sandra Ortuño graduated with a degree in Fine Arts in 2009 and 2008 respectively, both majoring in Animation. They decided to join forces by the end of 2008 in order to create the musical short film, "Salsito". However, before and during this period, they had already developed other projects such as "Y tú, ¿qué haces?", "La teua defensa és la paraula" (both together with Belén Marmaneu, Paula Pérez i de Lanuza, Sara Requena and Luis Gomariz), "Gatoto's Hanging Thing" (with Belén Marmaneu, Juan Miguel Pérez, Luis Vázquez and Vicente Perpiñá) or "¿Nos la jugamos?".
Currently, Víctor, after getting a diploma on Advanced Character Animation by Animation Mentor, and moving to Cambridge (UK) together with Sandra, promotes the consumption of online videogames by working as an animator at Rune Scape, while Sandra shuts herself away at home working as a self employed graphic designer and occasional illustrator. Also, from time to time, they dress up in their shiny, painfully colourful lycra suits with capes and masks with the (always failed) intention to save the world. They still haven't lost hope, though.
